El secreto de una piel radiante y sano recae, en gran parte, en conocer el tipo de piel que tenemos, ya que gracias a esto podemos determinar qué productos usar, dependiendo de cuáles pueden irritar nuestra  dermis o protegerla.  
          Existen 5 tipos de piel: normal, mixta, seca, grasa y sensible; cada uno con características  únicas, que requieren cuidados diferentes y que tienen un origen genético que se puede mantener en general por un periodo de tiempo largo,  considerando que factores como el clima, el estado de salud o el envejecimiento pueden cambiar las características de nuestra piel.
          A  continuación te presentamos  dichas características  

H2: Piel seca

Este tipo de piel se identifica por una sensación de tensión y aspereza así como la formación de escamas, consecuencia de la poca retención de humedad, lo que también se traduce en descamación y la aparición de líneas de expresión. 
          Para esta piel se recomienda el uso de aceites, cremas o bálsamos hidratantes, así como una exfoliación suave para eliminar las células muertas, lo que ayudará a que tu piel luzca joven y fresca.

Piel mixta

Las personas que presentan este tipo de piel tienen una sensación grasosa en la frente, nariz y barbilla, mejor conocida como la zona T, mientras que las mejillas presentan un equilibrio en sus niveles de grasa, aunque puede suceder que en algunos casos se muestre resequedad. 
          Esta combinación de grasa y descamación puede ocasionar la aparición de granitos o puntos negros en el rostro. Por esta razón un limpiador suave y humectante ligero, como los que tenemos en Agua de Estrellas, serán tus mejores amigos al hacerte lucir una piel sana y radiante.

Piel grasa

La piel grasa se caracteriza por tener poros visiblemente más grandes y contar con imperfecciones, además de mantener una sensación grasosa durante el día. Es una de las pieles que son más difíciles de cuidar. Se necesita tener una limpieza extrema pues la mezcla de la grasa extra con la suciedad y las células muertas es la suma perfecta para que salgan los temibles granitos. Según estudios dermatológicos se estima que entre el 40 y 55% de la población adulta cuenta con este tipo de piel y sufre de acné tardío. Viendo el lado positivo de este tipo de piel, es que estas personas tardan más en mostrar signos de envejecimiento.   
          Si tienes este tipo de piel, tus mejores aliados serán los productos con ingredientes antibacterianos, los cuales mantendrán tus niveles de grasa estables y evitarán los granitos.
          Existe una creencia errónea de que entre más te laves la cara será mejor para tu piel, pero ¡esto es falso! Lavar tu cara en exceso puede incluso empeorar el problema. Si sientes esa sensación grasosa en el día, es mejor tener un paquetito de papel de arroz y pasarlo por tu rostro, en lugar de ir corriendo a lavar tu cara.

Piel normal

Este tipo de piel se caracteriza por tener muy pocos granitos y poros pequeños, además de que no suele irritarse con facilidad o enrojecerse. Se  considera que es un cutis muy equilibrado. 
          Si tienes este tipo de piel ¡felicidades!, ya que puedes utilizar la mayoría de productos que se hallan en el mercado para skin care, pues aceptas gran parte de los activos que se encuentran en estos productos.
          Es importante que  uses protector solar, lleves  una buena dieta y evites altos niveles de estrés  de modo que mantengas una piel sana.

Piel sensible

Por último, pero no menos importante, tenemos la piel sensible, la cual se distingue por enrojecerse e irritarse con mucha facilidad, ya sea por la exposición al sol o por el uso de productos de maquillaje o de cuidado facial. Además, esta suele ser más delgada, con poros pequeños y ser más seca de lo normal.
          Si tienes este tipo de piel, es recomendable que uses productos dermatológicos de acción suave  que ayuden a relajar el cutis y que no cuenten con perfumes, ya que estos suelen tener  porcentajes de alcohol que no son  buenos para la sensibilidad de la piel. 
          Es importante mencionar que no hay que confundir el tipo de piel con problemas dermatológicos como la dermatitis o la rosácea, ya que estos pueden aparecer tanto en una piel normal como en una grasa. Por ello siempre es recomendable visitar a un dermatólogo para guiarte y diagnosticarte en caso de ser necesario, mientras tanto te compartimos este test para darte una idea de qué tipo de piel tienes, solo da clic aquí.

Ir arriba
¡Hola!

¿Qué deseas encontrar?

En Agua de Estrellas nos preocupamos por el cuidado de toda tu piel.
Síguenos en nuestras redes sociales